domingo, 26 de abril de 2015

RBC: Sobre la necesidad de un debate para conseguir la unidad de acción de las fracciones del PCP ante la llegada del ejército yanqui a Perú

Sobre la necesidad de un debate para conseguir la unidad de acción de las fracciones del PCP ante la llegada del ejército yanqui a Perú
El Perú es un país que está ingresando en uno de los períodos más difíciles de su historia reciente por sus mayores contradicciones: economía quebrada, crisis política etc. El régimen capitalista burocrático dependiente del imperialismo, principalmente yanqui, está haciendo aguas por todos lados por lo que se ve obligado a intensificar su proceso de corporativización de las instituciones y a consolidar su dictadura militar fascista.
Su economía lejos de pasar por sus mejores momentos y de ir a velocidad de crucero como gritan los lacayos del imperialismo a los cuatro vientos está en quiebra. La crisis general que sufre el capitalismo empieza a arraigar con fuerza en el estado peruano. Esto se pone de manifiesto a través de diversos síntomas: fuerte caída de las ventas de cobre que genera la acumulación de elevadas montañas de stocks, la existencia de déficit comercial y financiero por primera vez en una década y un elevado endeudamiento empresarial financiado mediante gigantescas emisiones de bonos. Los análisis superficiales y optimistas de la burguesía no advierten que Perú junto con la economía mundial puede estar en las vísperas de una fuerte crisis económica que conlleve una constante deflación (caída de precios) y el colapso del sistema financiero.

Actualmente su ya de por si débil soberanía nacional se ve fuertemente amenazada. El Congreso del Perú ha autorizado el desembarco de 3.200 soldados americanos con la excusa de la lucha contra “el terrorismo y el narcotráfico”. El objetivo del imperialismo yanqui es establecer una estrategia continental de dominación, utilizar el país andino como plataforma para desestabilizar y atacar Bolivia y Ecuador y dar apoyo al narcotráfico. En el ámbito interno pretende consolidar la dictadura militar fascista y eliminar toda oposición al régimen existente.
Para ser claros si los gringos llegan armados hasta los dientes no habrá más elecciones en el Perú. Como mínimo, si las hay, ni izquierda burguesa e izquierda proletaria podrán participar en ellas. No buscan debilitar al Partido Comunista del Perú (PCP) sino de destruirlo, aniquilarlo; de descabezar a las masas trabajadoras peruanas. Teniendo su objetivo principal en el PCP.
En cuanto a la situación política nos encontramos con una descomposición del Estado y una crisis de la izquierda oficial. Las elecciones presidenciales del 2011 fueron una contienda electoral entre la derecha y la propia derecha, habiendo diferencias de forma pero no de contenido. Los dos candidatos con posibilidades reales de llegar al gobierno (Humala, Keiko Fujimori) compartían el deseo de continuar manteniendo unas buenas relaciones con EEUU tanto en lo político como en inversiones y el de fortalecer las fuerzas armadas. Ollanta Humala para conseguir su victoria utilizo un discurso populista y nacionalista, prometiendo defender la soberanía nacional y rechazar el Tratado de Libre Comercio. Posteriormente ha demostrado todo lo contrario.
Humala es un personaje representativo de la república caricaturesca del Perú. Donde los individuos inescrupulosos, piratas y forajidos abundan y actúan con total libertad, sin tener ningún pudor en presentarse a la carrera presidencial. Esto es así porque se firman pactos secretos entre las distintas fracciones burguesas entrantes y salientes, con el fin de asegurar la estabilidad del régimen. El último pacto (2011) constituyó una alianza entre humalistas, apristas, toledistas y fujimoristas para garantizar la protección de parlamentarios delincuentes y ofrecer una indemnización a los “padres de la patria”.
Los Congresistas básicamente son mafiosos al servicio del imperialismo y del narcotráfico. La impunidad corre a sus anchas y los hechos de corrupción y crímenes son encubiertos. Es sobradamente conocido el nombre de “narcobancada” para denominar a un grupo de congresistas con fuertes relaciones con el narcotráfico y su lavado de dinero. El poder se concentra en el ejecutivo, siendo la función legislativa y de control del Parlamento inexistente. Ante estos hechos no es de extrañar que se presente una aguda crisis de representatividad política y legal que envuelve a todas las organizaciones partidarias de este país. Ya que estas no son más que organizaciones delincuenciales sin ninguna línea ni ideológica ni política. Su carácter reaccionario y parasitario se muestra también al aplicar reformas laborales contrarias a las masas como la Ley Pulpin, recortes sanitarios o generar un desempleo elevado que obliga a más de 800.000 peruanos a emigrar.
Dentro de la izquierda podemos distinguir la burguesa y la proletaria. Por un lado la izquierda legal burguesa está en grave descomposición hasta el punto que ahora apoya al fascista Humala, un jefe militar acusado de crímenes de guerra. Y por el otro la izquierda senderista está fuertemente fragmentada en diferentes fracciones: Mantaro Rojo, Movimiento Popular del Perú (MPP), Movadef, grupo “camarada José”, grupo “camarada Artemio”, Sol Rojo etc, las cuales tienen importantes diferencias entre si en la estrategia y táctica a seguir ya que parten de distintos análisis de la situación actual peruana. Cada una de ellas se considera la legítima representante del PCP, a excepción del Movadef que se cualifica como una organización independiente, y juzga a las otras como traidoras y enemigas del partido, afirmando que se desvían del camino correcto por mantener posiciones revisionistas de derecha o líneas de izquierdismo.
Las discusiones entre las fracciones es tan aguda que se profesan insultos, reclamos y descalificaciones utilizando expresiones soeces como “rata revisionista”, “soplones extranjeros”, “traidores”, “capituladores”, “perros trotskos” etc Quién no comparta su opinión es fácilmente acusado de infiltrado y agente de los servicios de inteligencia. A grandes rasgos, podemos hablar de dos grandes visiones de la realidad peruana. Una que da como válida la idea de que la guerra popular ha terminado, haciéndose necesaria la amnistía general y el camino de la lucha por la vía legal para generar nuevas condiciones y salvar a los cuadros del partido de la destrucción y aniquilación. Y otra que afirma que la guerra popular no ha finalizado y tiene que continuar. Visiones que no necesariamente tienen que ser incompatibles ya que las realidades del Perú son múltiples y los frentes a acometer son varios. La cuestión en disputa es si poner más énfasis en la lucha legal o la armada.
En este contexto se requiere pasar de una guerra civil revolucionaria a una guerra popular de liberación nacional. La lucha ya no se circunscribe solamente contra la gran burguesía y la clase terrateniente sino que tiene que centrar sus esfuerzos en expulsar al imperialismo del Perú. Esto solo se puede conseguir con un mínimo de unidad de acción y coordinación entre las diferentes fracciones maoístas. Por lo que es conveniente que el PCP organice urgentemente un congreso o conferencia extraordinaria que reúna todas las fuerzas revolucionarias para debatir la situación político-militar. En él debe dominar una actitud de fraternidad y discusión argumentada que permita elevar el nivel de unidad y el aprendizaje de unos de los otros. Si se consigue llegar a un acuerdo, aunque éste sea de mínimos, se fortalecerá la unidad del Partido y se ganará la confianza de las masas, creando así la base objetiva de un Frente Nacional Liberador que implemente nuevas estrategias y tácticas más acordes a los nuevos tiempos. No se puede trabajar con viejas estrategias cuando la realidad es cambiante, los viejos recodos deben abandonarse.
Se tiene que comprender que en las actuales circunstancias los “acuerdos de paz” ya no son viables y la negociación del PCP con el Gobierno se interrumpirá definitivamente. El bárbaro ejército yanqui no hará distinciones entre colores, a sus ojos todas las fuerzas senderistas son igualestanto las que apuestan por la vía legal (Movadef) como las que defienden la lucha armada. No atenderá a separar las organizaciones según sean dependientes del PCP o no tengan ninguna relación. No hay que tener dudas sobre de que todo trabajo encaminado a la división interna del PCP significa un saboteo a la guerra popular antiimperialista yanqui y una traición a la revolución. De hoy para mañana va a enfrentar el peligro de la aniquilación violenta del Partido. O se unen o los aplastan a todos.
El manejo magistral de la combinación entre la lucha legal y la ilegal es la mejor línea de actuación. La participación en elecciones no es la forma principal de lucha sino solo una de ellas. Hay que vincular a las masas, organizarlas, armarlas y educarlas para la lucha revolucionaria. Esto se podría hacer movilizando al Movadef para denunciar y desarrollar luchas de masas antiimperialistas, pero al mismo tiempo evitar debilitar el aparato armado y prepararlo aún más para que confronten militarmente la inevitable o próxima confrontación militar.
La situación no es la misma en Lima que en Ayacucho por lo que las líneas de actuación no pueden ser las mismas. Las fracciones no tienen porque renunciar a sus puntos de vista sin embargo si deben intentar buscar acercamientos de posturas y un mínimo de unidad de acción. De acuerdo con la ley de la contradicción siempre habrá al menos dos corrientes dentro del Partido, hecho que no está reñido con su unidad. Los colectivos que apoyan la resistencia armada deben mejorar sus relaciones con las masas, ya que las nuevas generaciones se mantienen mayoritariamente distantes de estas posiciones, mientras que los que sustentan la vía legal deben aceptar que la guerra popular en Perú aún continúa y no ha finalizado.
En Perú no hay alternativas plausibles, salvo de la autocrítica y de la adopción de una nueva táctica. Ya que la estratégica se ha de mantener: la toma del poder en todo el país. Rodear a los invasores con un mar de masas patrióticas antiimperialistas. El gobierno peruano es la traición nacional, la venta de la Patria. Busca aniquilar el creciente rechazo del pueblo peruano e impedir que el PCP asuma el liderazgo de la lucha contra un sistema que ya no da más de si.
La resistencia armada, por pequeña que sea, es una espada de Damocles para los intervencionistas. El sentimiento nacional herido del pueblo peruano alimentará inevitablemente esa resistencia armada. La soberanía nacional ya no puede ser más pisoteada, ha llegado el momento de constituir un frente antimperialista y anticapitalista burocrático que la recupere.

¡ Para conseguir la paz, es necesario hacer guerra a la guerra !

¡ No a la invasión yanqui anti-PCP y antinacional !

¡ No a las detenciones y ejecuciones extrajudiciales contra las masas indefensas !

¡ La guerra popular es la única salida para conquistar la independencia nacional y el socialismo !

Comunicado de RBC: Panamá, entre el fascismo y la revolución

La Red de Blog Comunistas cree conveniente, aprovechando que uno de nuestros miembros conoce bien la situación político-económico-social del país centroamericano, realizar un análisis introductorio de la actualidad de Panamá, país que consideramos ilustrativo de las crecientes tensiones interimperialistas provocadas por la crisis económica y el derrumbe de la polarización hegemónica por la necesidad de la redistribución de los recursos. La situación, como en todo el mundo, y con las particularidades latinoamericanas, crea tensiones internas entra las clases dominantes locales, influenciadas por las que se producen entre las potencias imperialistas, y desarrolla resistencias, de pueblos, naciones y, en especial, de la clase trabajadora que, como se puede observar en un país como Panamá, ahonda su resistencia ante el agravamiento de la explotación y se dirige, cada vez con más firmeza, a la resolución de la tensión entre desarrollo del capitalismo fascista y revolución de Nueva Democracia a favor de la segunda.

Panamá es un país ilustrativo de los cambios que se están produciendo en el siglo XXI, como consecuencia de los cambios estratégicos provocados por el ahondamiento del enfrentamiento interimperialista consecuencia de la crisis económica y la lucha por la distribución de los recursos.

La situación estratégica de Panamá, en el istmo que une América del Norte con la del Sur, y su papel esencial en el control comercial por la existencia del Canal, hacen que las tensiones interimperialistas en su interior tengan rasgos característicos, entre ellos que el surgimiento por fuertes y mediatizados movimientos aparentemente antimperialistas, en realidad antinorteamericanos, no termine de prender, pues la oligarquía dominante se ha guardado bien de evitarlo, acrecentando su control ideológico tradicionalmente cosmopolita, con el apoyo de Estados Unidos.

Estados Unidos, que ve como el continente entero, antes bien dominado, escapa de las manos de su control, está utilizando Panamá como base contra los paises que desarrollan grandes movimientos nacionalistas y en los cuales la influencia rusa y china son cada día más evidentes.

En primer lugar, Panamá es un estado artificial, como tantos otros del entorno, creados por el colonialismo, formado por muchas naciones, aunque sea la minoria blanca, de origen europeo, la que se haya apoderado del poder y de las riquezas, y haya impuesto su visión particular e interesada de la patria. Esta minoria es, sin embargo, dependiente y servil a los intereses de Estados Unidos, haciendo que Panamá siga siendo una colonia con apariencia de nación libre, y donde los intereses del 85% de la población no importan a nadie.

En segundo lugar, las tensiones interimperialistas han provocado que el gobierno intente controlar con mayor contundencia a la creciente resistencia obrera y de las diferentes nacionalidades minoritarias, concentrándose el poder en el ejecutivo, multiplicandose la violencia institucional y profundizandose las medidas liberticidas contra la protesta y la resistencia. Entre ellas podemos destacar el endurecimiento del codigo penal, los asesinatos selectivos, las detenciones en masa, la búsqueda de la destrucción de los sindicatos, la liquidación del derecho de huelga y de la jornada de 8 horas.Se puede decir que, la situación internacional, además de las consecuencias de la crisis economica y la competencia por el mercado local y externo, han hecho que el capitalismo comprador tradicional desde el inicio de la creación de la República (1903) ha convivido de forma contrastada con el capitalismo burocrático , arrojando la apariencia democrática el lastre de derechos y humanismo y transformandose en un régimen totalitario (al servicio, eso si, de intereses ajenos). Hay que puntualizar, no obstante, que si bien esta convivencia pervivió desde la creación del estado, es ahora cuando el capitalismo burocratico está ganando la partida al capitalismo importador, en paralelo al desarrollo similar en todo el continente y a las fracturas que se producen entre los diferentes grupos dominantes debido al ahondamiento de la crisis interimperialistas y el agravamiento de su lucha por los recursos y la influencia economica" 

De hecho, la crisis revolucionaria, producto de las tensiones entre la creciente resistencia interna, obrera y nacional, y la cada vez más fascista clase dirigente, hace que el dilema ante el que se encuentra la clase trabajadora panameña sea cada vez más claramente, entre Dictadura Fascista y Democracia Popular.

Evidentemente, la cada vez más evidente redistribución de los recursos, surgida tanto de la crisis económica como de la emergente lucha interimperialista en el entorno, ha provocado también que la minoría, dividida en facciones, luche cada vez más abiertamente por el control de las cuotas de poder y, en realidad, por las migajas de la riqueza sobrantes desde la metrópolis del norte. Por un lado, las mafias proeuropeas, de origen italiano, encarnadas por el ex-presidente Martinelli, y por otro, las familias proamericanas (Varela y los Motta), chocan por una posición privilegiada en el régimen dictatorial que se va asentando, mientras intentan jugar con la influencia de China y Rusia, cada vez más presente en la región, y el inmenso poder de Estados Unidos pues, no hay que olvidar que la economía panameña sigue siendo, de momento, una prolongación de la economía estadounidense. 


La fascistización de Panama hace, junto con el resto de circunstancias citadas, que la pasividad de la clase trabajadora empiece a desperezarse, notándose un revivir de la resistencia y la movilización que arrastra cada vez más a otros sectores inmovilistas, en particular a aquellos que se han visto empobrecidos o afectados por la concentración del poder en menos manos y se han visto afectadas negativamente por la redistribución (clases medias, pequeños comerciantes, etc..), sin olvidar la creciente movilización campesina, por motivos económicos y nacionales, pues la mayoría de aquellos pertenecen a etnias excluidas de la visión mítica y artificial del Panamá blanco y capitalista.

Otro rasgo importante de la creciente tensión interclasista de Panamá es la influencia en el entorno del llamado socialismo del siglo XXI, en realidad un capitalismo burocrático con tintes de socialdemocracia y que, en algunos casos, tiene también ramalazos fascistas. Sin embargo, en cuanto a la lucha antimperialista o, mejor dicho, antiyankee, sirven de motor e influencia a las clases sometidas en otros paises como Panamá a los problemas consecuencia de la dependencia y sometimiento de la economía nacional a los intereses de Estados Unidos.

No obstante, hay que señalar que esos supuestos antimperialismos, muchos surgidos de la mano del socialismo del siglo XXI, y otros desarrollados por influencia de la creciente influencia económica de China o Rusia (recientemente se ha conocido que China ha superado como prestamista al Banco Mundial y al FMI juntos en Latinoamerica) y, en definitiva, a otro polo imperialista en la acelerada lucha por el control de los recursos y por la hegemonia mundial.

En todo caso, en Panamá, como en otros paises del entorno, las perspectivas revolucionarias que se abren han de hacernos reflexionar, en especial a la clase trabajadora panameña, de que es la hora de plantear la lucha por una Revolución de Nueva Democracia en el país centroamericano. No hay que confiar en las falsas esperanzas de un cambio democratizador desde "arriba" como hace la pequeña-mediana burguesía, el único camino posible es la creación de un Frente de liberación Popular Antifascista, anticapitalista burocrático y antiimperialista para lograr la soberanía política de todas las naciones que lo conforman frente a todo imperialismo y la emancipación y libertad de la clase trabajadora y campesina frente a las minorias antipatriotas, antilatinoamericanas y anticomunistas que lo han saqueado y sometido hasta la actualidad.

¿REVOLUCIÓN PACÍFICA? RBC sobre el triunfo de Syriza en Grecia

Al calor de la victoria de Syriza en las elecciones griegas de 25 de enero pasado o el auge en las encuestas de Podemos en España, cabe preguntarse –y preguntar-, por enésima vez, si es posible una revolución socialista sin violencia. Si es posible avanzar hacia el socialismo por la vía electoral burguesa. O lo que viene a ser lo mismo, si es que cuando los comunistas afirmamos que tal cosa no sea posible, lo decimos por una especie de pasión dinamitera que se habría apoderado de nosotros y de la que nos resultaría imposible librarnos.

Entre los comunistas de todo tiempo ha sido y es recurso frecuente acudir al argumento de autoridad: que si la partera de la nueva sociedad de que anda grávida la nueva, que si la inexcusable necesidad de educar a las masas en la idea de la revolución violenta, que si Engels en su Anti-Dühring... A lo que los viejos –tan viejos como la traición- vendedores de crecepelo político de toda laya y época –los de ahora con coleta y sin corbata- responden con el terrible adagio castellano que reza que “más vale un burro vivo –es decir, ellos- que un filósofo muerto –es decir, Marx, Engels o Lenin”.

Así que nosotros no vamos a recurrir al argumento de autoridad, aunque dejando claro que tampoco vamos a ponernos a bailar al son de los rebuznos, por muy profesorales que vengan entonados.

***

La política reformista, la que plantea de buena fe la pacífica evolución hacia el socialismo, sería merecedora de recibir el más entusiasta apoyo de los comunistas si las clases sociales no existieran, si en caso de existir, no tuvieran intereses particulares y opuestos, y aun en el caso de tenerlos, si no estuvieran dispuestas a defenderlos, incluso violentamente. El único criterio que nos puede permitir determinar –¡con certera razón y no sólo con buena fe!- si esas condiciones son, o no, producto de la imaginación de los comunistas es el análisis del devenir histórico.

Y el hecho es que, por de pronto, ese análisis demuestra dos cosas: que la política reformista no sólo ofrece, por mucho que lo disimule, un programa político con una orientación de clase específica, sino que ella misma –la política reformista- es producto también de un momento histórico determinado, de una concreta relación de fuerzas entre clases. Y ese momento, esa relación de clases, se caracteriza por la grave crisis general de la burguesía dominante y, paralelamente, la transitoria incapacidad de la clase obrera y del resto de clases populares para ocupar su lugar.

De esa especie de apnea histórica es, precisamente, de donde surge el programa político de la política reformista, última oportunidad, en apariencia, de que la sociedad en su conjunto recobre el aliento perdido.

Es rasgo típico del programa reformista –en el mejor de los casos- que la posibilidad de aplicación efectiva de sus aspectos más socializantes y avanzados se haga descansar en la debilidad, sobrevalorada, de la gran burguesía, y no en los vigorosos brazos de la clase trabajadora organizada. Y es lógico que así sea, pues la clase obrera está excluida a priori de la elaboración de dicho programa. Y no sólo por su propia debilidad orgánica transitoria, sino porque, sobre todo, ese programa está concebido como una supuesta tabla de salvación de la sociedad toda, al margen de los intereses radicalmente opuestos de cada clase. Ese programa es reflejo, esencialmente, de las ilusiones políticas de la pequeña burguesía, ilusiones en que se amalgaman el orden social burgués en su versión más prosaica e idílica –la del tendero hecho a sí mismo- y una ética socializante que nace de un sentido vago de la igualdad humana.

Se podría decir que el éxito puntual, electoral, de la política reformista reside en plantear medidas de tipo socialista, pero al margen de la clase que tiene en el socialismo, precisamente, su programa, lo cual no obsta, como es lógico, para que al carro del supuesto “cambio” se suban todo tipo de aventureros de la clase dominante.

En esas condiciones, es decir, al haber prescindido de toda la capacidad creativa y destructiva de la clase trabajadora organizada y una vez disipada en el poder la niebla de los intereses nacionales y de la sociedad en su conjunto, ¿qué margen de maniobra queda al reformismo político para adoptar medidas que chocarán frontalmente con los intereses de la clase burguesa dominante? ¿Con qué fuerza de choque contará el reformismo para defender su vía pacífica al socialismo? ¿Cómo hará frente a la reacción, a su ejército, a su policía o a las bandas fascistas que, sin duda, organizará?

Aquí la experiencia histórica es varia: desde el grandioso levantamiento revolucionario de la clase obrera y campesina española, que arrancó al gobierno pequeño burgués en el poder las armas para enfrentarse al golpe fascista del 18 de julio del 36, hasta los típicos gobiernos socialdemócratas europeos posteriores a la I Guerra Mundial, tanto o más reaccionarios que la reacción misma.

***

Supuestas las buenas intenciones y tras el episodio histórico de Salvador Allende, el único expediente de los “cataplasmeros”, como los llamaba Blasco Ibáñez, es siempre el del programa político mínimo y el programa moral máximo. Y eso es, con toda probabilidad, lo que veremos en Grecia y en España, si se llega a dar el caso. Porque no asistiremos a su salida de la OTAN –como hizo De Gaulle, en Francia-, ni a la nacionalización de su banca –como hizo Mitterand, también en Francia-, ni a la proclamación de la república burguesa, ni a la autodeterminación de las nacionalidades históricas. Ni siquiera de estas medidas, llevadas a cabo por gobierno burgueses en otros momentos históricos, serán capaces Syriza o Podemos, por la sencilla razón de que carecen de fuerza para ello.

Eso sí, en su lugar, veremos mucho maquillaje político, mucha caridad laica, mucho animalismo, mucha ONG, mucho feminismo, mucha PYME…

***

Si por una especie de lotería histórica el KKE se viera mañana con el poder en las manos, ¿no estaría en la misma situación de hecho que Syriza? ¿No se le escurriría entre los dedos un poder que no está en condiciones de defender porque, como ocurre con tantos y tantos partidos llamados comunistas, ha renunciado a la acción político-militar? ¿No hay una gigantesca contradicción entre jugar a la democracia, como Syriza, y exigirle que adopte medidas revolucionarias que tampoco podría defender el KKE en el seguro contraataque de la burguesía?

***

Actualización de Principios de la Red de Blogs Comunistas



Tras un largo debate, la Re de Blogs Comunistas ha actualizado sus Principios y actualizado con los siguientes:
En el entendido de que la “Red de Blogs Comunistas” nace con el propósito de sumar esfuerzos, de unir fuerzas para avanzar en la lucha de clases, antiimperialista y revolucionaria hacia un futuro de dictadura del proletariado y de erradicación del imperialismo a nivel mundial.

En el entendido de que, como decía Engels, “la plena igualdad de (…) dos voluntades no subsiste sino mientras esas dos voluntades no quieren nada (…)”, es decir, que sólo donde no haya lucha revolucionaria podrá existir acuerdo absoluto sobre cómo habrá de ser esa lucha y esa revolución, os invitamos a sumaros a la “Red de Blogs Comunistas” que implica, ineludiblemente, la aceptación de las siguientes condiciones y la inclusión en la cabecera de los blogs de la red del anagrama que os adjuntamos. 
Condiciones: 

1.- Adhesión a los principios fundamentales y elementos constitutivos de la ideología Marxista-Leninista. 

2.- Los Principios de la Red de Blogs Comunistas se inspiran en los postulados creados por Carlos Marx, Federico Engels, desarrollados y puestos en práctica por, principalmente, Vladimir Ilich Lenin, Iosif Stalin y Mao Tse-tung. Para superar la segunda gran ruptura del MCI provocadas por el revisionismo, la primera tras la muerte de Stalin y la segunda tras la de Mao, y en consonancia con nuestra intención desde nuestra fundación de buscar los puntos comunes del marxismo-leninismo y no convertir las diferencias en luchas sectarias, todo blog afiliado a RBC y todo blog solicitante a formar parte de la red acepta y asume el reconoicimiento a las aportaciones y desarrollo a nuestra común ideología proletaria de los grandes líderes del Movimiento Comunista Internacional (ML) 

3.- Rechazo de cualquier forma de revisionismo en sus diversas variantes pasadas (Bernstein, Kautsky) o modernas (Kruschev, Deng Shiao Ping, Prachanda) así como de las fuerzas políticas autodenominadas “comunistas” cuya práctica política, en abierta contradicción con el glorioso nombre de nuestro Partido, se opone a los principios fundamentales y elementos constitutivos de la ideología Marxista-Leninista. 

4.- Rechazo del trotskismo en tanto que ideología y práctica política burguesas en el seno de la clase obrera. 

5.- Consideración de EEUU como principal potencia imperialista en la actualidad. 

6.- Consideración de China y Rusia actuales como países capitalistas e imperialistas. 

7.- En la perspectiva de un creciente enfrentamiento entre bloques imperialistas, rechazo de cualquier forma de socialchovinismo, es decir, de apoyo a cualquiera de esos bloques contra el otro. La “Red de Blogs Comunistas” hace suya la consigna de Lenin: “Guerra revolucionaria contra la guerra imperialista”. 

8.- Defensa de las Guerra Populares que, dirigidas por Partidos Comunistas, se libran en la actualidad en el mundo, especialmente en la India bajo la dirección del Partido Comunista Indio (Maoísta). 

9.- Consideración del llamado "socialismo del siglo XXI" como una variante de socialdemocracia íntimamente vinculada al desarrollo capitalista de América Latina y a la decadencia imperialista de los EEUU. 

10.- RBC brinda reconocimiento y apoyo condicional a todo Movimiento de lucha revolucionaria por la Soberanía Nacional, el Derecho de Autodeterminación de los pueblos oprimidos, inclusive exigiendo el reconocimiento a la separación política, y de Resistencia frente a la violencia y agresión imperialista 

11.- RBC se encuentra solidariamente comprometida, con la lucha mundial por la inmediata liberación de todos los presos políticos y prisioneros del imperialismo y de la guerra revolucionaria.

12 - Los blogs y resto de integrantes de RBC asumen la obligación de publicar los comunicados decididos en los debates colectivos, de colgar el logo de la red en sus blogs o páginas webs, y de participar en la actividad habitual de la red en la medida de sus posibilidades.

13 - Cada blog puede publicar los comunicados en su lengua nacional.